Por: Profesores IE | 17 de julio de 2012
Hablando el otro día con un amigo que sabe que me dedico a esto de enseñar finanzas, me preguntó qué era lo que realmente pensaba sobre la actual crisis financiera, y cuándo acabaría. Le contesté que me dijese que repuesta prefería: la corta o la larga.
Tratando de dar aquí una respuesta intermedia, se me ocurren los siguientes comentarios:
1) El problema de liquidez al que se enfrentan las entidades financieras, sobre todo en España, se deriva de una falta de confianza en la solvencia de esas entidades. Esta falta de confianza está más que justificada, ya que la situación proviene de mediados del año pasado y, desde entonces, todos los anuncios y promesas de limpieza en los activos afectados se han incumplido sistemáticamente.
2) Para que el sistema financiero vuelva a funcionar hay que restablecer la confianza, empezando por el mercado español. La solución técnica que se va a adoptar - el plan anunciado de recapitalización de bancos por parte de la Unión Europea- no garantiza la reactivación del sistema, a no ser que se implanten planes de reconversión (de desaparición, en algunos casos) de las entidades financieras objeto del rescate.
3) La falta de coordinación entre los gobiernos de Europa no está ayudando a generar esa confianza que es imprescindible para reactivar los mercados financieros europeos. Cada vez que se anuncia un plan de actuación siempre son más importantes los flecos que quedan por definir. Por ejemplo, los pequeños detalles de quién va a financiar qué, por qué, para qué y cuándo…
4) En cualquier caso, para que la confianza se mantenga a medio y largo plazo será preciso establecer mecanismos de supervisión que eviten, o al menos dificulten, la repetición de este tipo de situaciones.
5) Quizás parte de la solución se deba concretar en una mayor exigencia de transparencia en la información que proporcionan estos mercados, tanto de sus actividades y de su rentabilidad real (económica, ajustada al riesgo), como de sus sistemas de retribución a los gestores, del valor que aporta y el precio que se carga por su labor de intermediación, etc.
Todos sabemos que esta crisis no empezará a resolverse hasta que los inversores no recuperen la confianza en las entidades financieras. Es decir, hasta que crean que los activos de las entidades financieras están suficientemente saneados. Hasta que comprueben que las entidades financieras tienen un equipo gestor que es profesional, fiable, y con un plan de acción para hacerlas rentables.
Creo que todos somos conscientes de estar viviendo momentos históricos. Al pensar en crisis, recesión y recuperación me viene a la memoria una frase que se atribuye a Ronald Reagan. Cuando en 1980 peleaba por la presidencia contra Jimmy Carter, pronunció un discurso donde dijo: Sabemos que hay crisis cuando nuestro vecino pierde su empleo. Recesión, cuando nosotros perdemos nuestro empleo. Y la recuperación se producirá cuando Carter pierda su empleo...
Probablemente será necesario que muchos “Carters” pierdan su empleo para que las aguas vuelvan a su cauce.
Francisco J. López Lubián es Profesor del Área de Finanzas del IE Business School, donde ha sido Director del Departamento de Finanzas y Director del Máster en Dirección Financiera.
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