La opinión popular en cuanto al divorcio es que, si los padres se sienten mejor, los hijos también se sentirán así. Sin embargo, hay sobreabundantes estudios que muestran algunos aspectos contrarios.
Sin importar la edad, el divorcio afecta mucho a los hijos. El Dr. Carl Pickhardt lo resumió muy bien en su artículo The Impact of Divorce on Young Children and Adolescents cuando dijo: “Básicamente, el divorcio suele intensificar la dependencia del niño y acelerar la independencia del adolecente; a menudo provoca una repuesta regresiva en los niños y una respuesta agresiva en los adolescentes.”
Efectos en Niños Pequeños
Desde el punto de vista de un niño pequeño, ha sucedido algo insólito… ¡Sus padres ya no se aman el uno al otro! Por eso, los niños pequeños temen perder el amor de sus padres también. Por lo general, les cuesta comprender que, si bien el amor se acabó entre sus padres, el amor que ellos sienten por él, en cambio, es incondicional.Esto lleva a que actúen de diferentes maneras para solicitar más atención y mimos. Suelen dar marcha atrás en cuanto a habilidades y destrezas que ya habían adquirido para hacerse más autosuficientes, tal como vestirse, dormir en su propia cama, comer por sí solo y usar el baño. Sienten que cuando sus padres le dan más atención, le están confirmando su amor.
Es sumamente importante que los padres en hogares divididos den énfasis y un apoyo especial al progreso del niño hacia su autonomía. Para ello, el niño debe sentir seguridad, sostén y, sobre todo, incondicionalidad, idealmente de ambas partes.