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16 de agosto de 2014

¿Viva el decrecimiento?

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Pensamiento Crítico” en el diario PÚBLICO, 30 de julio de 2014.
Este artículo critica la narrativa del movimiento que favorece el decrecimiento, que puede utilizarse fácilmente por los portavoces del capital financiero, uno de los mayores causantes de la crisis actual. El artículo también critica algunos de los conceptos de tal movimiento.
¿Qué está pasando en España? Los datos lo muestran con toda claridad. Estos datos señalan un enorme desempleo, que va acompañado de una tasa de empleo bajísima (es decir, que el porcentaje de la población adulta que trabaja es muy, pero que muy bajo); un gran aumento de la pobreza (uno de los mayores en la Unión Europea); una bajada de salarios (también de los más bajos de la Unión Europea); una reducción del gasto público en servicios básicos como la sanidad, la educación o la vivienda; y así podríamos añadir más y más hechos que están afectando muy negativamente al bienestar y calidad de vida de las clases populares, que son la gran mayoría de la población. Todos estos hechos están causados en gran medida por el enorme dominio que el capital financiero (y muy en especial las instituciones bancarias) tiene sobre la gobernanza del sistema económico (y, a través de él, del sistema mediático y político del país), anteponiendo sus intereses económicos particulares a los intereses generales de la población. Una consecuencia de este enorme dominio es el escaso crecimiento económico que estamos experimentando resultado de que las instituciones bancarias quieren anteponer el control de la inflación (el enemigo número uno de la banca) al crecimiento económico, facilitando así la destrucción de empleo, la bajada de salarios y la reducción del consumo. Cualquier estudioso y conocedor del sistema económico puede ver que las políticas de austeridad (que están haciendo un enorme daño al bienestar de las clases populares) son parte de las políticas públicas impuestas por el Estado, siguiendo las instrucciones de las instituciones financieras, con el objetivo de optimizar sus beneficios (ver V. Navarro y J. Torres, Los amos del mundo. Las armas del terrorismo financiero, 2012).
Ni que decir tiene que tales políticas son sumamente impopulares. Su aplicación es causa del gran deterioro de la legitimidad de las instituciones democráticas representativas, que de una manera creciente se perciben que no les representan y que no defienden sus intereses. En realidad, el aumento tan notable de las izquierdas radicales en las últimas elecciones al Parlamento Europeo es un claro ejemplo del rechazo popular a dichas políticas de austeridad, así como al intento del capital financiero de disminuir los salarios y la demanda de productos y servicios por parte de las clases populares.
Basado en lo dicho anteriormente, me parecería un profundo error que, inmediatamente después del resurgir de las izquierdas radicales, estas dijeran que este descenso del crecimiento económico y de la demanda es, después de todo, bueno para las clases populares, y que la austeridad es también algo que las beneficia. La utilización, con connotaciones positivas, de estos términos y conceptos, como decrecimiento y austeridad (que han sido promovidos por las derechas más reaccionarias que el país haya tenido durante la época democrática) me parece, además de un profundo error, un acto de suicidio político. Decirles a dichas clases populares que este descenso del crecimiento es bueno para ellas, pues tienen que reducir su consumo (ya muy limitado), aplaudiendo la austeridad con el argumento de que les irá bien para su bienestar, será visto y percibido como un signo de falta de sensibilidad hacia sus necesidades. De ahí que aplaudir el decrecimiento y saludar la austeridad me parecería, no solo un suicidio político, sino también una gran insensibilidad social y desconocimiento del drama que las clases populares están sufriendo.

30 de enero de 2014

Seremos mucho más felices si dejamos de caer en el consumismo

Julio García Camarero - 14/1/2014


Su aspecto bohemio no engaña. Julio García Camarero (Madrid, 1936) habita entre libros subrayados con vehemencia y lleva una vida espartana, aliñada por su incansable pasión por el cine y la lectura y salpicada por la actualidad. Esta formación humanista se complementa con los diferentes trabajos de campo que ha realizado y que desde hace ocho años refleja en la filosofía del decrecimiento. Sobre esta teoría, versada en la racionalización de la producción y el consumo, ya ha publicado tres libros. Y no deja de hacer talleres y dar charlas tanto en el barrio valenciano donde reside, Russafa, como en ciudades como Roma. Es autor de El crecimiento mata y genera crisis terminal (2009) y El decrecimiento feliz y el desarrollo humano (2010).

En las más de 1.000 páginas que lleva escritas, ha querido hacer un repaso al modo de vida occidental y a las oportunidades que provee la crisis actual. Según el autor, el progreso del conocimiento y la tecnología han provocado la disminución de la necesidad del “trabajo enajenado o asalariado” y han creado un crecimiento “competitivo y egoísta, explotador del hombre y de la naturaleza”. Ante esta amenaza “deshumanizadora e irrespetuosa”, él propone un “decrecimiento feliz”. “Las necesidades humanas para el desarrollo son la subsistencia, el afecto, el entendimiento, la identidad, el ocio, la protección, la participación y la libertad”, explica. Unos valores que se alejan del “consumismo asesino” para abrazar un “consumo responsable y sano”.

Algo que conoce de cerca. Después de varias décadas al frente de la unidad de investigación de la Consejería de Agricultura y de ser uno de los fundadores de la primera asociación ecologista valenciana (la Asociación Valenciana de Iniciativas y Acciones en Defensa del Territorio, Aviat), este ingeniero técnico forestal ha llegado a la conclusión de que la felicidad no está ligada al consumo. “Seríamos más felices si dejáramos de caer en el consumismo, porque contaminaríamos menos, agotaríamos menos recursos, trabajaríamos menos y tendríamos más tiempo para divertirnos y para las relaciones humanas”, señala.

7 de noviembre de 2013

¿Se puede vivir con menos y ser feliz?

decrecimiento 3 Día Mundial del Decrecimiento: ¿se puede vivir con menos y ser feliz?José Luis - 28/10/2013
El 29 de octubre se celebra el Día Mundial del Decrecimiento en una fecha que conmemora el Crack del 29, el origen de una crisis que tambaleó los cimientos del sistema económico. 84 años después, una crisis más grave vuelve a amenazar al capitalismo, que se hace fuerte en la trinchera. Pero, ¿realmente está amenazado? ¿Hay alternativas que lo puedan desbancar?
Una de las primeras cosas que aprendí en la universidad y se me quedó grabada fue esta: no es posible un crecimiento ilimitado en un mundo naturalmente limitado. Formaba parte del análisis del Problema Ambiental, con mayúsculas, que llevábamos a cabo en la asignatura Medio Ambiente y Sociedad.
Las orientaciones marxistas sostienen que el capitalismo destruye los dos pilares de su sistema de producción: los recursos naturales y la salud de las fuerzas de trabajo. Esto lleva a una crisis profunda que podemos comprobar en la actualidad y que tiene una doble raíz: a la crisis ambiental que han originado la contaminación y la sobreexplotación de los recursos se une otra de carácter social, ya que la población actualmente ni siquiera es capaz de tener una vida de calidad en términos puramente capitalistas: sin trabajo, con los recursos monetarios empeorando y teniendo que hacer frente a deudas e impuestos cada vez mayores.

1 de septiembre de 2013

El movimiento ecologista y la defensa del decrecimiento

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Dominio Público” en el diario PÚBLICO, 29 de agosto de 2013
Este artículo aplaude el movimiento ecologista progresista (no malthusiano), pero alerta de voces anticrecimiento que pueden significar una evolución negativa en el desarrollo de los países. Una cosa es cambiar el tipo de crecimiento, lo cual es necesario, y otra ver como necesario eliminar el crecimiento.
Desde sus inicios, el movimiento ecologista ha tenido dos vertientes o versiones. Una asume que el mayor problema que tiene la humanidad debido al deterioro del medioambiente se debe al crecimiento demográfico que, al generar el consumo de más y más recursos, llegará a determinar un deterioro total del medioambiente, que será inhabitable.
El autor más conocido de esta versión (que fue homenajeado por el gobierno de la Generalitat en 2009), que podríamos llamar malthusiana, es Paul Ehrlich que terminaba su famoso libro The Population Bomb con este párrafo “La causa más importante del deterioro ambiental a nivel mundial es fácil de ver. La raíz del problema es que cada vez hay más coches, más fábricas, más detergentes, más pesticidas, menos agua, demasiado dióxido de carbono, resultado de que hay demasiada población en el mundo”.
De esta explicación de la crisis medioambiental, Paul Ehrlich deriva su propuesta de solucionarla centrándose en controlar el tamaño de las poblaciones e intentar reducir su crecimiento. Esta versión aparece de muchas maneras y con distintos matices. Suele ir acompañada de la teoría de las limitaciones de los recursos que se están consumiendo y, entre ellos, los recursos energéticos son un ejemplo claro. La futura limitación de las fuentes de energía no renovables tiende a ser el caso citado como causa de alarma y preocupación por los autores pertenecientes a esta tradición.
La otra versión del movimiento ecologista es la que centra la causa del deterioro ambiental, no tanto en el crecimiento de la población, sino en el crecimiento de la utilización de tecnologías o sustancias tóxicas y contaminantes, que pueden sustituirse, independientemente del crecimiento de la población. Su máximo exponente es Barry Commoner que fue el fundador del movimiento ecologista progresista en EEUU y que, diferenciándose de la versión conservadora –que se caracterizó por su determinismo demográfico-, centró sus propuestas en el cambio y sustitución de los recursos y tecnología utilizados, cuestionando la inevitabilidad del deterioro medioambiental que Ehrlich consideraba como consecuencia del crecimiento demográfico. Barry Commoner mostraba la reducción del dióxido de carbono (resultado de sustituir el tráfico de mercancías por carretera por el de tráfico ferroviario, basado en la electricidad) como ejemplo de la reversibilidad del daño medioambiental. Barry Commoner no ponía el énfasis en el crecimiento demográfico sino en la utilización de productos que afectan negativamente al medioambiente y, por lo tanto, a la humanidad. La solución es encontrar sustitutivos a los productos contaminantes. La sustitución de la energía nuclear por las energías renovables como la solar es un ejemplo de ello.

*** Fort Apache ***

-- Derechos Humanos --

-- Libia, el infierno de la migración africana --

-- La Carta de la Tierra --

La Dictadura del Hambre-Los Bilderberg-Cidinha Campos-Mayor Zaragoza-José María Gay-El Chojin

Music for all

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Hierbas, Plantas, Especias (Medicinales y Culinarias), y alimentos poco sanos

-- Por qué no estalla una Revolución --

"La información ya no tiene relevancia"

Estos últimos años se han hecho públicas informaciones de todo tipo que deberían haber dañado la estructura del Sistema hasta sus mismísimos cimientos y sin embargo la maquinaria sigue intacta, sin ni tan solo un arañazo superficial. Y esto pone de manifiesto un hecho extremadamente preocupante que está sucediendo justo ante nuestras narices y al que nadie parece prestarle atención. El hecho de que SABER LA VERDAD YA NO IMPORTA.

Parece increíble, pero los acontecimientos lo demuestran a diario. La información ya no tiene relevancia.

Nuestro cerebro se ha convertido en un drogadicto de la información rápida, en un yonqui ávido de continuos chutes de datos que ingerir, a poder ser pensados y analizados por cualquier otro cerebro, para no tener que hacer el esfuerzo de fabricarnos una compleja y contradictoria opinión propia. Porque odiamos la duda, pues nos obliga a pensar, ya no queremos hacernos preguntas, solo queremos respuestas rápidas y fáciles. Somos y queremos ser antenas receptoras y replicadoras de información, como meros espejos que rebotan imágenes externas, pero los espejos son planos y no albergan más vida en ellos que la que reflejan proviniendo del exterior.

Para emprender una transformación profunda de nuestro mundo, para iniciar una auténtica Revolución que lo cambie todo y nos lleve a una realidad mejor, deberemos descender hasta las profundidades de nuestra psique, hasta la sala de máquinas, donde están en marcha todos los mecanismos que determinan nuestras acciones y movimientos. Ahí es donde se está dirimiendo la auténtica guerra por el futuro de la humanidad. Nadie nos salvará desde un púlpito con brillantes proclamas y promesas de una sociedad más justa y equitativa, nadie nos salvará sólo contándonos la supuesta verdad, ni desvelando los más oscuros secretos de los poderes en la sombra.

Es pura lógica: No hay revolución posible sin una transformación profunda de nuestra psique a nivel individual, porque nuestra mente está programada por el Sistema. Y por lo tanto, para cambiar ese Sistema que nos aprisiona, antes debemos desinstalarlo de nuestra mente.

http://economiazero.com/por-que-estalla-una-revolucion/

-- Todo lo que deberías saber sobre el Fracking --

--- La mayor estafa de la historia de España se llama Electricidad ---

-- Plataforma en Defensa de la Libertad de Información --

-- Casos Aislados --

La Ley es todo. Nuestras leyes nos retratan y definen lo que somos en convivencia

La Ley es todo. Nuestras leyes nos retratan y definen lo que somos en convivencia
En el año 1985 un drástico cambio legislativo atribuyó al Parlamento la elección de todos los miembros del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)

--- Las empresas del IBEX35 bajo lupa ---

El paro y la precariedad no son problemas individuales, son problemas colectivos

-- Jean Ziegler - Vicepresidente de la ONU --

“No puede ser que en un planeta con los recursos agroalimentarios suficientes para alimentar al doble de la población mundial actual, haya casi una quinta parte de sus habitantes sufriendo infraalimentación”.

“La hambruna ya es una realidad en las banlieues parisinas y el pueblo español también está sufriendo la pobreza, como el resto de Europa”.

Los teóricos del neoliberalismo, “nos han hecho creer que hoy en día la austeridad es la única política posible, pero sólo se aplica a la clase trabajadora y nunca a los banqueros.

El neoliberalismo delictivo, “se cura con política”.

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-- Compromiso de todos --

-- Olivier de Schutter - Relator de la ONU --

“Con la comida que se tira podrían alimentarse 2.000 millones de personas”

”La mitad del cereal producido en el planeta es para satisfacer la demanda de consumo de carne. Hay un sobreconsumo de carne absolutamente insostenible”

http://esmateria.com/2014/04/25/con-la-comida-que-se-tira-podrian-alimentarse-2-000-millones-de-personas/

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-- El beneficio de los alimentos naturales --

*** Parada obligatoria ***