2/10/2013

El Rey, aseguraba ayer al salir del hospital y hacerse la foto de rigor, que se encuentra bien. Me alegro por él, por cualquiera que esté en un hospital y por todos los que padezcan alguna enfermedad.
Al verlo me vino una reflexión a la cabeza.
¿Qué, y a quién representa la Monarquía en los tiempos que vivimos?
¿Son los valores que ellos demuestran los que tiene que seguir la sociedad actual?
Me llama mucho la atención, en estos días que no han parado de salir imágenes de las visitas que recibe el Rey, la falta de cariño que veo entre su familia y él. Y no es por esta vez de su estancia en el hospital; en poco tiempo hemos visto varias veces como ha sido internado y siempre han sido parecidas las visitas de sus familiares.
Al ver las imágenes, pensaba y me venía una en concreto a la cabeza. Seguro que habréis coincidido alguna vez con gitanos en un hospital.
Si cae enfermo y hospitalizado un miembro cualquiera de una familia gitana -ya no digamos si es el patriarca-, la familia al completo hace turnos en el hospital para estar con los suyos y no se mueven de allí hasta que al enfermo le dan el alta o lo sacan muerto.
Si es en una familia gaché*, y no teniendo el mismo respeto por los mayores que les siguen demostrando los gitanos a los suyos, porque no pensamos de la misma forma, y también porque creo que se lo hemos perdido - y de esto si deberíamos de aprender a respetar como siguen haciendo ellos con sus progenitores-, sin embargo nosotros, cuando tenemos a algún familiar cercano en un hospital, siempre hay algún allegado con el paciente.
Hablo por mí, pero creo es extensible a cualquier familia normal.
Otra cosa distinta es cuando tenemos que internar a algún familiar en una residencia, porque quizá, y según que casos, ni tenemos los medios necesarios ni el tiempo suficiente para cuidar de ellos en nuestras propias casas.
Cae enfermo El Rey, ¡Ojo, que es el Rey!, y ni parientes cercanos ni lejanos pasan una sola noche con él haciéndole compañía. Ni hijo@s, ni herman@s, ni siquiera su propia mujer. Unas horas o un ratito, el tiempo justo como para que la prensa de crédito de la visita y ya es bastante.