Daniel Mediavilla 1/08/2012
Como en muchas películas de acción, en la lucha contra el
cáncerpara acabar con el malo hay que matarlo varias veces. Esa capacidad para volver a hacerse fuerte cuando parecía que un tratamiento lo había derrotado es
una de las cualidades más temibles de este mal y saber cómo lo logra es uno de los principales objetivos de los científicos.
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Imagen de una de las fases del experimento holandés /
Desde hace tiempo, se cree que los tumores malignos se desencadenan y se mantienen por culpa de células cancerígenas que tienen propiedades parecidas a las células madre y que en ellas está la clave para vencer la resistencia de los tumores a la quimioterapia. Esta especie de comodines celulares, que en su versión buena pueden renovarse y convertirse en muchos tipos de células diferentes, están en el origen de todos nuestros órganos y, de hecho, se investigan como herramienta para
regenerar distintas partes del cuerpo. En el caso del cáncer, la capacidad regeneradora permitiría a la enfermedad recuperarse después de un tratamiento y volver a atacar con la misma fuerza que al principio.
Atacar a las células madre cancerosas supondría extirpar la enfermedad de raíz
La existencia de las células madre cancerosas en los tumores
lleva tiempo siendo discutida, pero las evidencias recientes hablan cada vez con más fuerza a su favor y la han convertido en una nueva posibilidad para extirpar el cáncer desde la raíz. Ahora, dos estudios publicados en
Nature y uno más en
Science ofrecen nuevas evidencias de la existencia de este tipo de células, de su responsabilidad en las recaídas tras el tratamiento y de sus posibilidades como diana terapéutica en algunos tipos de tumor.
“La polémica existía por el tipo de experimentos que se realizaban”, cuenta Hugo Snippert, investigador del Centro Médico de la Universidad de Utrech y coautor del estudio publicado en Science. “Estos experimentos consistían en aislar partes de tumores y trasplantarlos en otros ratones. Ahora, nuestro experimento y los otros dos muestran por primera vez la existencia de estas células madre cancerosas ‘in vivo’ en el tumor del ratón”, explica. El grupo holandés, dirigido por Arnout Schepers, utilizó ratones que activar genes de varios colores para seguir a células madre de las que se sospechaba que podían estar en el origen de tumores benignos (adenomas) que acaban provocando cáncer de colon. Finalmente, encontraron un grupo de células que expresaban un gen llamado Lgr5 y alimentaba el crecimiento de los adenomas.
Cáncer de piel, cerebro y colon
En uno de los artículos publicados en
Nature, dirigido por
Luis Parada, investigador del Centro Médico de la Universidad del Suroeste de Texas, se cuenta como él y sus colaboradores realizaron el seguimiento en ratones de una serie de células cancerosas en un tipo de cáncer de cerebro conocido como gioblastoma, hasta ahora incurable. Así pudieron identificar un grupo de células que parecían ser las responsables del resurgimiento de los tumores después de mermarlos con la quimioterapia. Los autores sugieren que atacar estas células sería un método efectivo para detener el crecimiento del tumor.
El tratamiento requiere identificar las diferencias entre células buenas y tumorales
Por último, en el segundo artículo publicado en
Nature, un equipo dirigido por
Cedric Blanpain, de la Universidad Libre de Bruselas, realizó un seguimiento similar a los anteriores, pero en este caso sobre un modelo de cáncer de piel inducido en ratones. Igual que en los casos anteriores, encontraron un grupo de células tumorales que se comportaban como células madre.
Pese a la importancia del avance, el tratamiento del cáncer atacando a las células que lo originan aún requerirá tiempo y trabajo. “Los próximos pasos para llevar este conocimiento hasta los pacientes consistirán en desarrollar fármacos y terapias que eliminen esta población de células particular”, apunta Eduard Batlle, investigador ICREA del Institut de Recerca Biomèdica (IRB Barcelona), que
ya ha realizado estudios sobre el papel de las células madre cancerosas en la resistencia la quimioterapia del cáncer de colon.
«Los próximos pasos son desarrollar fármacos y terapias que eliminen esta población de células partícula»
EDUARD BATLLE
Investigador ICREA del Institut de Recerca Biomèdica (IRB Barcelona)
“Sin embargo, no será fácil, porque en algunos tumores, esta población es pequeña y es difícil de identificar”, añade. El motivo es que, como explica Snippert, “las células madre cancerosas son muy similares a las células madre del tejido. Identificar las diferencias que podemos emplear como blanco para eliminar las células cancerosas sin dañar a las otras será un gran reto para los próximos años”, concluye.
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