La banca española tiene activos problemáticos ligados al ladrillo por 184.000 millones de euros
El Gobierno fue reacio a esta solución que al final ha sido impuesta por Bruselas dentro del rescate a la banca
Para no hundir más a los bancos socorridos, los activos se pagarán a un precio razonable en el medio plazo
Lalo Agustina 19/08/2012
No sé por qué Europa insiste tanto en que creemos bancos malos; quizá porque no se han enterado de que aquí ya tenemos unos cuantos", bromeaba esta semana un alto directivo de uno de los principales grupos financieros cotizados. Pero es así. El acuerdo firmado el pasado 9 de julio entre el Gobierno y Bruselas para inyectar hasta 100.000 millones en la banca española -concretado en el Memorándum de Entendimiento- establece en su punto número 21 de forma taxativa que "los activos problemáticos de los bancos con ayudas públicas deberán ser rápidamente quitados de los balances de los bancos". Su destino: las sociedades de gestión de activos, conocidas popularmente como bancos malos.
¿Cómo funciona un banco malo? En esencia, es sencillo. La entidad pública compra a uno o varios bancos los activos inmobiliarios para su posterior comercialización. El banco malo se nutre de recursos públicos -en este caso, de Europa, que llegarán a España a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), dependiente del Banco de España- y tiene una gestión independiente. Los bancos "desconsolidan" -en expresión del ministro de Economía, Luis de Guindos- sus activos inmobiliarios y asumen unas pérdidas que se enjugan bien directamente con el dinero que les paga el banco malo o a través de ampliaciones de capital realizadas por el mismo FROB.
Los detalles finales aún están en discusión. El Gobierno, que al principio se mostró reacio a esta fórmula por su fuerte impacto en el déficit público, trabaja a destajo para aprobar un decreto ley el próximo viernes en el que se fije el camino que seguir por la parte del sector afectada. Serán todos los bancos nacionalizados -Bankia, Nova Galicia, Catalunya Banc y Banco de Valencia- y todos los que reciban ayudas a partir de ahora.
Bruselas estableció que el traspaso de activos se haría teniendo en cuenta su hipotético valor a largo plazo. Los bancos recibirán una pequeña participación en el banco malo, que deberá estar operativo como muy tarde en noviembre.
Según datos del Banco de España, el conjunto del sector tenía, a cierre del 2011, 308.000 millones de euros invertidos en el sector promotor y constructor, de los que 184.000 millones (casi el 60%) eran problemáticos: es decir, morosos, subestándar (en peligro inminente de mora) y activos adjudicados. Los préstamos dudosos y subestándar y los activos adjudicados representan un 60% del total de la cartera de construcción y promoción. El lastre del ladrillo, el principal -aunque no el único- culpable de que la morosidad haya alcanzado ya el 9,5% de la cartera crediticia a mediados del 2012, impide que fluya el crédito, ya que obliga a las entidades a consumir la mayor parte de sus márgenes en elevar sus provisiones.
Por esta razón, el banco malo aparece como una solución costosa pero imprescindible para limpiar de una vez por todas los balances y permitir que los bancos vuelvan a dedicarse a su negocio tradicional, ganen dinero y vuelva a fluir el crédito. De momento, los dos decretos leyes aprobados por el Gobierno este año -en febrero y mayo- ya han obligado a realizar provisiones para cubrir potenciales pérdidas del inmobiliario por unos 80.000 millones de euros. Este esfuerzo de saneamiento se verá completado ahora por el banco malo, que cambiará la vida a quienes deban utilizarlo, ya que el uso de dinero público lleva consigo la obligación de una profunda reestructuración.
Vía: http://www.lavanguardia.com/economia/20120819/54338398738/banco-malo-digerir-ladrillo.html#ixzz246Z3sPgL
Síguenos en: https://twitter.com/@LaVanguardia | http://facebook.com/LaVanguardia
No hay comentarios:
Publicar un comentario