Remo 5 de noviembre de 2012
Escribir sobre las cifras del paro, tratar los datos de los Servicios Públicos de Empleo o de la Encuesta de Población Activa, es realmente deprimente. Sin ir más lejos, durante el mes de octubre, el paro ha subido en 128.242 personas en relación con el mes septiembre, con incremento del 2,73% y batiendo la cifra récord de parados con 4.833.521 personas desempleadas.
Eso es lo que dicen las cifras, que cada mes que pasa, estamos destruyendo más empleo, que la senda que arrancó en el 2008 con este desastre laboral, no para y que nuestros dirigentes, o no saben cómo parar este drama, o no tienen ni idea de qué hacer o peor aún, no quieren y no es prioridad de primer orden a nivel de todas las políticas atajar el desempleo. Me decanto desde luego, por la última opción. Aunque ya que nos encontramos con esta situación, al menos, podian tener la decencia de callarse, dar las cifras objetivas y sin lecturas y no justificar los 128.000 parados de octubre con las siguientes frases:
El dato de este mes de octubre es inferior al registrado en 2011, cuando el paro se incrementó en 134.182 personas. Además, es el quinto mes consecutivo en el que el paro registrado se ha comportado mejor que en el año anterior.
Oh, qué bien y maravilloso; en octubre 2012 hemos destruido 6.000 puestos de trabajo menos que en el año anterior. O mejor aún, desde enero a octubre sólo se han destruido unos 480.000 empleos, cifra inferior a la destrucción del 2011.
Por sectores económicos, el paro registrado baja en construcción en 3.670 personas (-0,48%). Sube, por el contrario, en el resto de los sectores: en agricultura 24.401 (15,18%), en industria 8.888 (1,69%), en servicios 97.610 (3,39%) y en el colectivo sin empleo anterior 1.013 (0,27%).
Con estos datos, el Ministerio afirma que se debe a la contratación temporal del sector servicios. Bien, algo es algo y por lo menos se reconoce que el famoso contrato indefinido para emprendedores y la última reforma laboral, lo que se dice crear empleo, como que sólo lo crea en Moncloa, porque en el resto del país queda claro que no.
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