13/4/2013
Bien
podría ser el titulo de una película de acción y ficción basada en alguna
novela de algún plumilla de prestigio. Con suspense, tramas corruptas, acción
en las bolsas de todo el mundo, líos de faldas, y algún que otro escarceo por
el tan ansiado poder. Pero lo cierto es que supera a la realidad.
Como bien
dice Revilla, la Corina, el Bárcenas, el Urdangarin, esto último del libro
sobre la Princesa de Asturias y su presunto aborto antes de entablar su
relación con el Príncipe, y demás cosas así, dan morbo, pero lo gordo gordo de
verdad en los momentos que vivimos son los paraísos fiscales en general y todo
lo que lleva consigo semejante fechoría.
Las Caimán, las Cook, la compra de
alimentos como el trigo a diez años vista, o los campos inmensos y fértiles en
países con menos recursos por los lobbys financieros, etc, etc, etc…Este es el verdadero problema de la humanidad en estos momento y desde hace ya mucho tiempo. Si este problema no existiera, tampoco tendríamos muchos de los demás.
Todo
estos titulares de prensa y primeras páginas, están muy bien para las tertulias
televisivas y desviar la atención de asuntos que muchos tienen miedo a hablar
de ellos, teniendo de este modo, a todos los canales de televisión y a todas
las rotativas hablando y ocupadas en cuestiones menores (sin que por eso dejen
de ser importantes), sobre lo que verdaderamente está hundiendo la economía
mundial y sin que nadie, al parecer, pueda o quiera hacer nada por evitarlo.
Mientras todos estos debates se llevan a horarios de máxima audiencia, otros
(personas muy influyentes en el mundo de las finanzas a nivel mundial, y
algunas de las empresas más influyentes en nuestro propio país) amasan fortunas
sin importarles lo mas mínimo las cifras de paro o los recortes salariales o sociales.
Es
a por estos mangantes a por los que hay que ir y empezar a pedir con la boca
bien grande en todos los medios disponibles, que son muchos, que se acabe con estos paraísos fiscales de una vez
por todas.
O entre todos los países democráticos se acaba con la corrupción en
mayúsculas, como esta de los paraísos fiscales, que creo que es ahora mismo el
mayor problema que tiene el futuro de todos, o la corrupción se come, como así está
haciendo y lo vemos a diario, a la democracia.
Seguramente, sin este problema
no existiría el hambre en el mundo, el paro sería menor, puesto que las
empresas no habrían llegado al punto sin retorno en el que se encuentran ahora,
los derechos sociales tampoco se habrían visto afectados, y así, tantas y
tantas cosas que, pensar, que unos pocos son los que manejan el destino de
miles de millones de personas, pone los pelos de punta.
Como
bien estamos viendo, porque es ahora cuando aflora tanta información oculta
durante décadas, no es precisamente en los gobiernos de cada país donde se
encuentra el poder que domina el mundo en nuestros días, da lo mismo que estos países
sean democráticos, no tienen nada que hacer ante tanto especulador oculto en la
sombra y respaldado por los gobiernos de turno. Las instituciones y los gobiernos no pueden
ejercer el poder libremente, están manejados como marionetas, y por mucho que
intenten decir que representan a los pueblos, todo es una mentira, no nos
representan a ninguno porque se dejan manipular.
Todas sus promesas electorales
se vienen abajo muy a pesar suyo, o no tanto, porque conocedores de tanto trapo
sucio lo son. Y si no lo son, entonces todavía es peor porque es inadmisible
que cierren los ojos ante un problema social que está ahogando poco a poco a
los ciudadanos de todo el mundo en beneficio de unos pocos.
Son
los bancos, las grandes empresas y los inversores especulativos los que han
alcanzado un poder tan grande que les permite imponer sus leyes y sus intereses
sobre el resto de la sociedad, y esto hace que los gobiernos tengan las manos
atadas frente a los mercados que son los que realmente dicen y dictan las
pautas a seguir para el resto de mortales.
La
deuda contraída con los bancos les ha dado un poder, que es la forma de
tenernos como esclavos en la actualidad. Cuanto peor es la situación económica por
la falta de trabajo y un menor poder adquisitivo, mayor es la necesidad de endeudarse
para seguir adelante. Esa es la filosofía de los bancos.
Como
bien dijo hace tiempo él ahora mismo fallecido José Luis Sampedro:”nos enseñan
en el bachiller que es la calcopirita (que casi con toda seguridad ni veremos
nunca ni jamás tendremos en nuestras manos), pero nadie nos explica qué es una
entidad financiera, como funciona y qué consecuencias tiene que funcione como
funciona”.
Tienen
mucha sabiduría sus palabras, puesto que esta ha sido la causa y el problema
que ha llevado a mucha gente a invertir en preferentes sin saber lo que estaba
haciendo. Y este el abuso que se les permite a los bancos, jugar con la
ignorancia de las personas. Cuanto mayor es la ignorancia, mucho más fácil se
lo ponemos para que nos convenzan de algo que realmente no nos interesa. Ya se
preocupan ellos de poner en letra muy pequeña los detalles para que seamos incapaces
de descifrarlos.
Los
bancos son, junto con las grandes corporaciones financieras y compañías de
seguros, que, en la mayoría de los casos
son suyas también, los putos amos del mundo, y además, con una particularidad
muy significativa que no está al alcance de todos los que andamos por la calle
a diario; pueden crear dinero de la nada. Ahí está su poder.
Transacciones sin exponer
nada a cambio a cualquier paraíso fiscal en un clic de ratón les hace manejar
el mundo a su antojo.
Da
miedo imaginar un futuro en esta dirección a la merced de los mercados y sus
mercaderes sedientos de tanta avaricia sin freno.
Después de conocer justo hoy, que el
fraude fiscal es de 1 billón de euros anuales en la eurozona, y oír como dicen los
representantes de los diferentes países en el ECOFIN que van a luchar contra el
fraude en Europa, y viendo como algunos países tienen problemas enormes de financiación
y la deuda contraída hasta el momento ya veremos como la pagan, a uno solo le
queda resignarse, esperar que esto sea verdad, y rezar a tu Dios aunque no
creas en nada, pero reza porque esto no se pase por alto una vez más.
¿Cómo vamos
a creer en algo; sobre todo político, después de semejantes atrocidades?
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