Márius Fort - 19/12/2013
Jorge Morales de Labra JMdl
Se celebra cada trimestre y su resultado supone casi la mitad de lo que los consumidores pagan en el recibo de la luz.
Cada trimestre. La última ha sido el 19 de diciembre de 2013. Ha empezado a las 8h30 de la mañana y se ha prolongado hasta que los precios se han ajustado, alrededor de las 12h20. Este tipo de subasta se llama CESUR (Contratos de Energía para el Suministro de Último Recurso) y esta última ha sido la vigésimo quinta.
El Gobierno a través de la Secretaría de Estado de Energía, que depende del Ministerio de Industria, Energía y Turismo. La cantidad objetivo del producto base en el primer trimestre de 2014 es de 2.500 MW, la misma cantidad que en la última subasta de septiembre de 2013.
El Gobierno. La empresa privada Omel Mercados gestiona y supervisa el proceso de la subasta y la Comisión Nacional de Competencia supervisa a Omel.
A este tipo de subastas puede acudir cualquier agente financiero. Desde bancos, a fondos de inversión, oficinas financieras y, claro, empresas eléctricas, entre otros. No se negocia energía, se negocia el precio de la energía. Los bancos especulan con ese precio. Es diferente a la subasta diaria que realiza Omel, donde solo van compañías eléctricas, que compran y venden energía para el día siguiente.
El Gobierno separa la factura de la luz en dos componentes. Una parte, la regulada, que supone algo más del 50%, son los llamados peajes de acceso, que los fija directamente el Ejecutivo. El ministro Soria ya ha comunicado que los elevará alrededor del 2% en enero con cargo a la factura de los consumidores. Anteriormente había dicho que los iba a congelar. El otro casi 50% lo establece la subasta trimestral CESUR y es la parte que se llama liberalizada y que afecta a lo que era la Tarifa de Último Recurso (TUR), ahora llamada precio voluntario al pequeño consumidor, que es la que tienen contratada la mayor parte de hogares y pequeñas empresas españolas.
Esta parte liberalizada no es totalmente resultado de la subasta. El resultado de la subasta supone aproximadamente el 80% de la parte liberalizada. El otro 20% son los sobrecostes del sistema, que dependen de otros aspectos ajenos a este procedimiento. Es decir, un 10% de la factura no tiene nada que ver con la subasta. Aquí hay aspectos como los pagos por capacidad, que son pagos que se realizan, por ejemplo, a las centrales de gas natural por estar ahí aunque no funcionen. Son pagos fijos.
Sí. El resultado de la subasta que se traslada al recibo que paga el consumidor es el 80% de la parte liberalizada, es decir, el 40% del total de la factura de la luz. La última subasta fue en septiembre, con un precio final de 47,58 €/MWh. La cotización del mercado de futuros, que cotiza permanentemente la expectativa de precio de la energía a largo plazo, indicaba, por ejemplo, el lunes que se estaba alrededor de los 57,08 €/MWh. El precio ha seguido subiendo. Por norma general, la subasta suele estar bastante cerca del precio del mercado de futuros. Y así ha sido. La subida se ha cerrado con un precio final de 61,83 euros por megavatio hora (MWh), un 29,9% superior al marcado en la última revisión de tarifas.
Se puede ver en la página web de la sociedad rectora de productos financieros MEFF, en el apartado MEFF Power, precios cierre último día. Ahí hay que fijarse en el precio que se establece para el trimestre que toque. Por ejemplo, “Trimestre 1 2014”. Es el precio clave porque es el que se va a replicar en la subasta. Interesa el precio base, el de punta es residual. Los 57,08 €/MWh que indicaba el mercado de futuros el lunes comparado con los 47,58 €/MWh de la última subasta arrojaba que el incremento sería del 20% solo en el precio de la subasta. Dado que, grosso modo, eso es la mitad del precio del recibo de la luz, se puede decir que el mercado está cotizando una subida del 10% del precio de la electricidad para el próximo trimestre. Finalmente la subida ha sido de más de 11%.
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