Si buscas un empleo o deseas otro trabajo te habrás cansado ya de escuchar que debes cambiar; que las capacidades con las que cuentas se han quedado obsoletas para el nuevo mercado laboral; que un puesto para siempre se acabó; que lo que hacías antes ya no sirve... ¿De verdad es posible esa transformación? ¿Es realista pensar que puedes reinventarte y tener éxito?
10/5/2013ay
Si quieres cambiar de trabajo o llevas ya mucho tiempo buscando empleo sin éxito, habrás escuchado todo tipo de teorías y consejos (más o menos prácticos) que probablemente ni siquiera te animen en el complicado trabajo de buscar un puesto. La búsqueda de empleo es una profesión cada vez más difícil para la que hay que convertirse en un verdadero especialista. Hay quien asegura que ya no se puede hablar de parados, sino de profesionales en transición, y eso supone un estatus diferente, una nueva actitud, una identidad peculiar, una filosofía de vida y una dedicación profesional específica. El consejo básico en esa transición es reinventarse, adaptar las propias capacidades a un nuevo escenario laboral, buscar la empleabilidad... En definitiva, se trata de cambiar, cambiar, cambiar...
La cuestión es si realmente es posible este cambio. ¿Es realista hablar de reinvención? ¿Resulta posible? ¿Qué se le puede decir a un profesional que lleva años trabajando en un sector o empresa y que ahora se da cuenta que ni el uno ni la otra tienen futuro? ¿Qué se aconseja a un universitario que en segundo curso se da cuenta de que su formación no le proporcionará jamás un futuro laboral? ¿Es realmente posible cambiar de carrera, de oficio, de compañía, de sector, o de vida laboral?
Paco Muro, presidente de Otto Walter España, explica que "cuando el entorno hace imposible trabajar en lo que trabajabas, la alternativa es cambiar totalmente. Es estar dispuesto a todo, a aprender, a pasar del qué dirán, a tragarse el orgullo, a confiar en uno mismo y en las propias capacidades, a hacerse valer en un nuevo empleo". Para Ovidio Peñalver, socio director de Isavia, "la barrera al cambio está dentro de nosotros, tanto o más que en el propio mercado. En realidad, todos hemos cambiado varias veces, aunque no nos hayamos dado cuenta"; y Montse Ventosa, socia de Truthmark, cree que "estar en paro no significa pararse. Puede ser la mejor oportunidad para reinventarte y dar el paso que siempre has pensado y nunca te has atrevido. No culpes a los demás, ni a las circunstancias. Tu energía estará mejor invertida en aceptar la situación y buscar una forma de mejorar. La era de tener un trabajo para siempre llegó a su fin y es la hora de estar preparados para un futuro mejor. Ocasiones como éstas, en las que todo pinta mal, son el momento de replantearse si lo que estamos haciendo es lo que de verdad queremos hacer".
Plácido Fajardo, socio de Leaders Trust, señala que "los cambios drásticos de rumbo profesional requieren a menudo desprenderse de la propia identidad que nos acompaña, a la que se nos asocia como persona. Si la transformación se vive como una pérdida de esta identidad, que nos hace cuestionarnos nuestro propio sentido, aumentarán las reticencias a reinventarnos".
José María Gasalla, profesor de Deusto Business School, cree que "es posible el cambio a cualquier edad, pero no todo el mundo puede hacerlo. Depende del sector en el que hayas trabajado, hacia dónde quieras ir y en qué te quieras reinventar. También tiene que ver con tu experiencia vital, de si has vivido en diferentes países; si has trabajado en actividades distintas". Gasalla se refiere a la importancia de la longanimidad, que es la grandeza y constancia de ánimo en las adversidades, "una capacidad para superar las dificultades que ha de combinarse con la resiliencia".
1. Elige algo que esté de acuerdo con tus principios. Trata de experimentar, con la mayor cercanía posible, aquello nuevo a lo que quieres dedicarte. Fajardo aconseja probar, actuar, vivir lo que viven quienes se dedican a esa nueva actividad. Y hacerlo progresivamente, como en una transición desde la que confirmar si se ha tomado la decisión correcta o hay que abandonarla. No hay que precipitarse; es preferible convivir con un periodo de dudas o contradicciones que tomar una decisión indebida y costosa.
2. Sé realista. No te empeñes en aquello para lo que claramente no estás dotado, pero no te pongas más límites de los estrictamente necesarios.
3. Haz tu lista. Qué quieres en tu trabajo; qué es lo realmente imprescindible, a lo que no estás dispuesto a renunciar; qué es accesorio... Ovidio Peñalver asegura que "el cambio va a venir sí o sí, aunque no lo provoques. Debes tener muy claro qué quieres mantener, aquello a lo que, como mínimo, no quieres renunciar".
Montse Ventosa aconseja compartir esa lista para tener feedback, pero además para darle forma y asegurarte de que es correcta. Debes seleccionar bien con quién la compartes y dejar claro qué esperas de ellos. Confía en tus posibilidades y asegúrate de que tu lista no es irreal, sino que encaja con lo que mejor sabes hacer. Ventosa considera asimismo que "si eres demasiado optimista te puedes estrellar". Coincide con José María Gasalla en que es necesario asumir la propia vulnerabilidad, pero también reconocer las fortalezas: "Hay personas que no son conscientes de lo que son capaces". La felicidad no significa vivir en un estado de ausencia de miedo o de sufrimiento, o en un éxtasis constante. Es el camino que lleva a conseguir algo por lo que se lucha y que dota de significado a lo que uno hace. Habrá muchos bajones, pero la felicidad no reside en no tenerlos sino en ser capaz de superarlos. Ventosa aconseja "tener la serenidad de aceptar las cosas que no es posible cambiar; la valentía de cambiar aquellas que sí puedas; y la sabiduría para ver la diferencia".
4. Olvida los prejuicios que limiten tu capacidad de recolocarte. Paco Muro recuerda que "en Estados Unidos, un técnico financiero que se queda sin empleo en época de crisis no duda en trabajar de camarero mientras la economía se recupera. Los inmigrantes nos dan una lección de cambio y adaptación y los que ganaban un buen sueldo como encofradores en la construcción se han reciclado como taxistas, como jardineros o lo que haga falta. Su flexibilidad laboral es impresionante".
5. El paso atrás. Muro asegura que "en España un directivo permanece en paro todo lo que puede, aunque no haya trabajo de lo suyo, antes de dar cinco pasos atrás y volver a ser un técnico más ganando la tercera parte, pero empezando en un nuevo sector con más futuro. Hay que cambiar de modelo y de forma de pensar. Esperando a que me llamen para lo mío no va a ser posible conseguir trabajo. Dar veinte pasos atrás para recomenzar en un trabajo menor, no es un fracaso, no es indigno, es pasar a la acción y volver a invertir en el futuro. Si valgo, ya haré camino, como lo hice antes".
El paso atrás puede darte la oportunidad de tomar un camino distinto que al final resulta determinante para tu destino. Si no estás dispuesto a cambiar de verdad, el problema no está sólo fuera de ti. Provoca la suerte, tu oportunidad; cambia tú para que varíe tu camino y que digan los demás lo que quieran.
6. Tómate un tiempo para realizar todo aquello que querías hacer y no podías. Montse Ventosa cree que estar en contacto con lo que de verdad quieres hacer –no por obligación sino por placer– te ayudará en el siguiente paso.
7. Haz balance. Es un ejercicio personal e intransferible. Sin que nadie te vea, sin justificaciones, sin explicaciones, simplemente la verdad: qué te apasionaba en tu trabajo anterior y qué aborrecías. Ventosa añade que "si has estado mucho tiempo en un trabajo que acabaste detestando debes saber diferenciar qué era lo que odiabas. Es un ejercicio difícil pero necesario, y te ayudará en las fases sucesivas".
8. Ten claro un objetivo ilusionante. Ovidio Peñalver cree que es necesario que te enganche mucho. El inconveniente está en que puede que no lo tengas aunque quieras cambiar.
9. Ponte manos a la obra. Piensa en tu marca personal, en tu posicionamiento, y aprende de los casos de éxito y fracaso disponibles a un clic. Afronta el camino con optimismo y resiliencia. Ventosa afirma que "el éxito está reservado a los mejor preparados, así que debes contar con un plan que atienda a imprevistos para que te oriente en tu búsqueda".
10. La determinación es decisiva. Para cambiar necesitas una voluntad real. Esto requiere asumir riesgos, buscar apoyos, recursos, socios... Ovidio Peñalver añade que todo esto implica esfuerzo y paciencia: "Quizá tengas que formarte, ir a otro país, perder dinero o aprender idiomas".
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