Arturo González - 26/12/2012
Resulta pasmosa la facilidad con la que todo el mundo dice que tiene la conciencia tranquila. Debe de ser que somos muy mal pensados para no creerles. Mourinho dice que tiene la conciencia tranquila tras sus provocaciones como entrenador del Real Madrid. Casillas también la tiene, tal vez olvidándose de alguno de sus fallos indolentes. Ana Botella afirma que la tiene por su actuación en la tragedia del Madrid Arena en la que perdieron la vida cinco adolescentes y permitiendo solo una farsa de Comisión de investigación.
Asimismo la tiene Artur Mas, pese a la hipoteca a la que somete a Catalunya como consecuencia de su desastre electoral que la he hecho brotar un furor independentista. El Partido Socialista de Catalunya nos deslumbra con su anuncio de que para mantener su conciencia tranquila se abstendrá en todo lo referente al proceso de autodeterminación. El representante de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras, con su conciencia independentista tranquila e inmaculada, se llena constantemente la boca con la palabra democracia, siempre que ésta sea como él la interpreta.
Rubalcaba sigue agitando los cubiletes de dados ocultos, demostrando que la conciencia tranquila socialista es brumosa.
El Rey por lo menos pidió disculpas, pero no le creemos, negamos que tenga la conciencia tranquila.
Rouco representa la terrible y negra conciencia de la Iglesia retrógrada, secularmente en contra de todo progreso.
A Montoro ni le muerde ni remuerde su política fiscal exterminadora. El Opus Dei, infiltrado en todos los estamentos políticos y sociales, diversos ministerios incluidos, no solo tiene la conciencia tranquila, sino que marca el rumbo de las conductas sociales y educativas de España. La conciencia de Gallardón es de primera, muy superior y de mejor calidad que la de los jueces que le repudian. Wert no sabe qué es una mala conciencia distinta a la suya. La ministra Fátima Báñez no se avergüenza de las bobadas que ha soltado a lo largo del año ni de las ofensas inferidas a los trabajadores, ¡es inaudito que a esta señora la hayan nombrado Ministra de Empleo! Aunque para ofensas y ausencias de incómodas conciencias la ministra de Sanidad Ana Mato, ¡qué tropa!
Los bancos que desahucian no oponen objeción de conciencia alguna a sus desahucios. Los directivos de bancos y cajas tienen sus conciencias muy tranquilas, y sus bolsillos llenos, a pesar de los engaños y abusos que cometieron con los ahorradores de lo que llamaban acciones preferentes. Los defraudadores fiscales tienen la conciencia y ni se inmutan ni tienen temor.
La policía tiene la conciencia en paz, reprimir y torturar no se lo impide. Los medios de comunicación están tranquilos en sus conciencias periodísticas, a pesar de las manipulaciones y difamaciones en que incurren.
Y todos al mando del gran gozador de la conciencia tranquila, el Gran Rajoy, el Gran Houdini de la democracia, que con sus trucos mentales y lingüísticos ha conseguido el récord del político más mentiros de la historia de España, véase si no: 1. No subiré impuestos. 2. No tocaré pensiones. 3. No subiré el IVA. 4. No habrá ayudas a los bancos. 5. No habrá banco malo. ¿Se puede tener la conciencia tranquila con estas credenciales?
Las conciencias tranquilas son la gran disculpa, las coartadas de la irresponsabilidad política y humana. Sobre todo si se pregonan.
Por cierto, ¿tenemos nosotros tranquilas nuestras conciencias?¿Siempre tenemos razón?
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Gota HORTERA: La de la Generalitat de Catalunya al ocultar el retrato del Rey en la toma de posesión de Artur Mas.
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Gota TOMADURA DE PELO: No es tema menor que el Presidente del PSOE y de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, inste a Rubalcaba a clarificar ya si se presentará a las elecciones como candidato? ¿Alguien lo duda?
Vía:http://blogs.publico.es/arturo-gonzalez/2012/12/26/las-conciencias-tranquilas/
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