22 de mayo de 2013

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El Reino de España vive en estos meses el hundimiento, lento pero constante, del bipartidismo. Una Constitución quemada tras la modificación a traición y espaldas del pueblo del artículo 135 que pone a bancos y deuda por encima de los derechos humanos. La corrupción de los profesionales de la política, desde las instancias de la jefatura del Estado a los partidos gobernantes del turno o nacionalistas de derechas. Las medidas de recorte y austeridad (austeridad para las clases populares, que no para los oligarcas) que además el nuevo 135 consagran, han sido los torpedos que lo están consiguiendo.
El título de este artículo contiene una verdad incómoda para el capitalismo y el patriarcado: alrededor del mundo encontramos ideas y prácticas económicas que ponen en tela de juicio el capitalismo y sus formas de sociabilidad (individualismo posesivo, clasismo, consumismo, explotación, etc.). Sus protagonistas son hombres y mujeres que participan en experiencias de producción, distribución y consumo al servicio de un imaginario económico y ambiental inscrito en un horizonte poscapitalista y posdesarrollista. Se trata de iniciativas con diferentes implicaciones organizativas, políticas y relacionales que abarcan campos tan diversos como cooperativas, movimientos de comercio justo y solidario, bancos del tiempo, agricultura campesina, economías del cuidado, mercados de trueque, economías ecológicas, redes de intercambio, economías del don y la gratuidad, asociaciones de ocio, economías del decrecimiento, etc.
Si buscas un empleo o deseas otro trabajo te habrás cansado ya de escuchar que debes cambiar; que las capacidades con las que cuentas se han quedado obsoletas para el nuevo mercado laboral; que un puesto para siempre se acabó; que lo que hacías antes ya no sirve... ¿De verdad es posible esa transformación? ¿Es realista pensar que puedes reinventarte y tener éxito?"La información ya no tiene relevancia"
Estos últimos años se han hecho públicas informaciones de todo tipo que deberían haber dañado la estructura del Sistema hasta sus mismísimos cimientos y sin embargo la maquinaria sigue intacta, sin ni tan solo un arañazo superficial. Y esto pone de manifiesto un hecho extremadamente preocupante que está sucediendo justo ante nuestras narices y al que nadie parece prestarle atención. El hecho de que SABER LA VERDAD YA NO IMPORTA.
Parece increíble, pero los acontecimientos lo demuestran a diario. La información ya no tiene relevancia.
Nuestro cerebro se ha convertido en un drogadicto de la información rápida, en un yonqui ávido de continuos chutes de datos que ingerir, a poder ser pensados y analizados por cualquier otro cerebro, para no tener que hacer el esfuerzo de fabricarnos una compleja y contradictoria opinión propia. Porque odiamos la duda, pues nos obliga a pensar, ya no queremos hacernos preguntas, solo queremos respuestas rápidas y fáciles. Somos y queremos ser antenas receptoras y replicadoras de información, como meros espejos que rebotan imágenes externas, pero los espejos son planos y no albergan más vida en ellos que la que reflejan proviniendo del exterior.
Para emprender una transformación profunda de nuestro mundo, para iniciar una auténtica Revolución que lo cambie todo y nos lleve a una realidad mejor, deberemos descender hasta las profundidades de nuestra psique, hasta la sala de máquinas, donde están en marcha todos los mecanismos que determinan nuestras acciones y movimientos. Ahí es donde se está dirimiendo la auténtica guerra por el futuro de la humanidad. Nadie nos salvará desde un púlpito con brillantes proclamas y promesas de una sociedad más justa y equitativa, nadie nos salvará sólo contándonos la supuesta verdad, ni desvelando los más oscuros secretos de los poderes en la sombra.
Es pura lógica: No hay revolución posible sin una transformación profunda de nuestra psique a nivel individual, porque nuestra mente está programada por el Sistema. Y por lo tanto, para cambiar ese Sistema que nos aprisiona, antes debemos desinstalarlo de nuestra mente.
“No puede ser que en un planeta con los recursos agroalimentarios suficientes para alimentar al doble de la población mundial actual, haya casi una quinta parte de sus habitantes sufriendo infraalimentación”.
“La hambruna ya es una realidad en las banlieues parisinas y el pueblo español también está sufriendo la pobreza, como el resto de Europa”.
Los teóricos del neoliberalismo, “nos han hecho creer que hoy en día la austeridad es la única política posible, pero sólo se aplica a la clase trabajadora y nunca a los banqueros.
El neoliberalismo delictivo, “se cura con política”.
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“Con la comida que se tira podrían alimentarse 2.000 millones de personas”
”La mitad del cereal producido en el planeta es para satisfacer la demanda de consumo de carne. Hay un sobreconsumo de carne absolutamente insostenible”
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