Traducido por Verónica Gómez Calvo — ATTAC País Valencià
“Lo que se llama “competitividad” no es otra cosa que quitar del camino al Estado de Bienestar, contener los sueldos, sabotear al sector público, desregular y privatizar.”
COMUNICADO DE LA RED EUROPEA DE ATTAC (EAN en inglés) SOBRE EL PACTO DE COMPETITIVIDAD
La REA (EAN) está muy preocupada sobre el Pacto de Competitividad propuesto por Ángela Merkel este año para el Foro Económico Mundial de Davos. Este pacto es un paso más hacia adelante en la agenda neoliberal que puede transformar la UE, y especialmente la Eurozona, según los tecnócratas no elegidos de la Unión Europea vayan tomando decisiones una tras otra los derechos laborales y sociales y el modelo social europeo podrían ser destruidos.
Justo después del estallido de la crisis económica y financiera, la Comisión Europea y los gobiernos de la UE consiguieron redefinir la crisis, la cual tenía sus raíces en los mercados financieros desregulados, incluso incrementaron la distribución desigual de la riqueza e incrementaron los desequilibrios económicos crecientes dentro de Europa sometiéndola a la deuda de la crisis, de la cual se culpó al Bienestar Social y a los altos sueldos. Desde 2009 se han adoptado una serie de medidas, como el Six Pack, ESM, el Compacto Fiscal y el Two Pact.
El ESM (Mecanismo de Estabilidad Financiera) por ejemplo, distribuye el dinero público a bancos privados y presiona para ejercer recortes sociales, privatizar y reducir los sueldos. El Six Pact y el Fiscal Compact ejercen una presión sostenida para imponer la austeridad en toda Europa. Sus consecuencias han sido el incremento de la pobreza, las carencias y exclusión social y la desigualdad. A pesar de ello, las medidas citadas profundizan la crisis causando una recesión en la UE.
Ahora, bajo el título de “Unión fiscal y monetaria” se han propuesto más pasos en esa dirección. Las medidas comentadas darán como resultado la creación de una gobernanza neoliberal y centralizada con una influencia política enorme y supranacional aunque débilmente legitimada. La REA está especialmente preocupada por las siguientes ideas:
- Un nuevo tipo de contratos bilaterales entre todos los países de la Eurozona y de la UE: a través de estos contratos, los países firmarán un contrato que les obligará a aplicar “reformas estructurales” y a implementar las recomendaciones que vengan de la Comisión Europea para promover la “competitividad”. Esta es la idea que se modela a través de los memorándums impuestos por la Troika a Portugal e Irlanda, por ejemplo.
- Un presupuesto común de la Eurozona o fondo de “solidaridad”: un nuevo fondo para manejar las debilidades estructurales. Pero los países sólo podrán acceder a estos fondos si aplican estas medidas estructurales.
- Otra medida discutida es la de poner bajo mayor vigilancia todavía a los presupuestos nacionales. La idea es que sea la Comisión la que apruebe con anterioridad estos presupuestos.
Si estas medidas se implementan, la presión sobre los derechos sociales y laborales se habrá cimentado, ya que las políticas neoliberales continuarán atacándolos en los acuerdos. Mientras que un presupuesto común para la Eurozona y un nuevo mecanismo de vigilancia sobre los presupuestos nacionales parece que todavía no se han negociado en detalle antes de las elecciones para el Parlamento Europeo, este nuevo tipo de contrato bilateral, ahora conocido como Pacto para la Competitividad, se está impulsando con fuerza- especialmente por el gobierno alemán. Las cumbres de la UE en Marzo y Junio tienen como objetivo desarrollar más este proyecto.
Lo que se llama “competitividad” no es otra cosa que quitar del camino al Estado de Bienestar, contener los sueldos, sabotear al sector público, desregular y privatizar. Consideramos que estas medidas no son otra cosa que la “europeización” de las medidas de los memorándums aplicadas en Grecia, Irlanda, Portugal y España. En Davos, Merkel mencionó que estos contratos del Pacto para la Competitividad deberían cubrir en particular: políticas de investigación, políticas de infraestructura, eficiencia de la administración, y especialmente, los sistemas de seguridad social y los costes laborales unitarios. La REA es muy crítica con el hecho de que cada vez más instituciones europeas luchan arduamente para poner la mano sobre los costes laborales unitarios y más en general, sobre las políticas que establecen los sueldos, lo que amenaza terriblemente el sistema de negociación colectiva y los derechos de unión sindical.
Además del impacto social, la Unión Fiscal y Económica es un claro ataque contra la democracia. Los contratos harán retroceder el poder de decisión de los parlamentos nacionales a su mínima expresión. Además, no hay un modelo propuesto para el control democrático de este posible presupuesto europeo. Los derechos sociales y la democracia están amenazados.
La REA se opone a este plan para una Unión Fiscal y Económica, actuaremos consecuentemente para resistir los planes de reforma del Consejo Europeo y de la Comisión.
En lugar de una mayor profundización en la autoritaria Europa Neoliberal de la Integración, nosotros pedimos: (1)
Sacar las finanzas públicas de los mercados financieros: que se permita la financiación pública democrática, a través de un banco central controlado democráticamente y que preste directamente a los gobiernos.
Escapar de la trampa de la deuda: terminar con las políticas de austeridad y establecer auditorias que lleven a la cancelación de la deuda. Los actores financieros y bancos necesitan hacerse responsables de sus propias pérdidas.
Dar a las finanzas estatales una base sostenible: un incremento coordinado en los impuestos sobre la riqueza y los beneficios de las corporaciones para promover la cooperación fiscal con el objetivo de acabar con el “dumping” fiscal. Acabar con la evasión fiscal e imponer un embargo financiero sobre los paraísos fiscales.
Desarmar los mercados financieros y poner al sector bancario bajo control público: prohibir los mecanismos de especulación dañina (por ejemplo: el comercio de alta frecuencia, la venta al descubierto (naked short selling), la especulación de intercambios derivados y con contratos derivados OTC (over-the-counter derívate contracts), imponer un impuesto sobre las transacciones financieras de un 0.1%, regular los bancos estrictamente (ejemplo, separar la banca minorista de la banca especuladora, desmantelar los bancos que son “demasiado grandes” para caer).
Permitir la financiación democrática y pública de la economía: construir un sector bancario público y cooperativo bajo control democrático, que asegure la financiación de las necesidades sociales y económicas, que garantice los derechos sociales y la transición ecológica necesaria. Las políticas comerciales deberían ser revisadas para que se adhieran a estos objetivos, en cooperación con los países en desarrollo.
Europa para las personas, no para los beneficios: Promover una serie coordinada de políticas económicas y sociales progresivas, y restaurar y expandir los servicios públicos controlados democráticamente, reducir desequilibrios, promover la igualdad de género y expandir los derechos básicos económicos y sociales (salud, educación, vivienda, movilidad, alimento, acceso a agua y energía, información, cultura, bienestar social, etc. ) y asegurar que se cumplen a través de una red de servicios públicos.
Democracia Real ahora: Promover el proceso que nos lleve a la toma de decisiones democrática en todos los niveles, apoyar y promover un debate público, transparente y responsable sobre el futuro de Europa y las alternativas a las políticas de la UE.
(1) Lo que sigue son los siete puntos acordados en la reunión de Barcelona de la REA-EAN de marzo del pasado año, que marcan la linea de trabajo de esta red europea de ATTAC en la actualidad.
ATTAC España no se identifica necesariamente con los contenidos publicados, excepto cuando son firmados por la propia organización.
Vía:http://www.attac.es/2013/03/16/la-red-europea-de-attac-sobre-el-pacto-de-competitividad/
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