Bancos que despiden a miles; miles de millones para esos bancos que, además, no dan créditos; cientos de miles de despidos en todos los sectores; desprotección creciente de desempleados; pensionistas en el punto de mira; menor salario para funcionarios públicos; 6% del PIB de evasión fiscal, amnistía fiscal para evasores de impuestos; disolución de una organización estatal contra la corrupción; seis millones de parados; la deuda pública crece considerablemente el primer año de gobierno del Partido Popular; sanidad pública privatizada, sanidad privatizada encarecida y gravemente dañada; más de 500 desahucios diarios de viviendas; cierre de escuelas, masificación de aulas escolares; cierre de centros de urgencias médicas, reducción de camas hospitalarias; cientos de miles de inmigrantes irregulares y jóvenes en paro expulsados de la sanidad pública; aumento de represión contra quienes protestan; reformas legales (Código Penal, tasas judiciales) que huelen a fascismo; aumenta la infancia y adolescencia en riesgo de pobreza y exclusión (27%); empresas medianas y pequeñas más trabajadores autónomos, todos ahogados y sin salida; una clase media que se precipita a la pobreza… Y mentiras; mentiras, ocultaciones y manipulaciones a todas horas con la ilusa esperanza de engañar a la ciudadanía. ¡La lista de injusticias, atropellos, desmanes e iniquidades de la involución neoliberal es larga, muy larga!Ocurre en España. Pero también en la vieja Europa con mayores o menores coincidencias. Aunque al mismo tiempo, convocadas por organizaciones sociales, plataformas, asociaciones y entidades ciudadanas, miles y miles de personas han marchado por las calles desde hace un par de años para denunciar tanta canallada. Y el 23 de febrero más de un millón de personas volvieron a ocupar calles y plazas en cien ciudades españolas para enfrentarse a esta crisis-estafa, al vaciado de la democracia y a los ataques del gobierno y del poder económico contra los derechos de la ciudadanía un día tras otro.
Como desvela con documentada lucidez Susan George en “Informe Lugano II”, la minoría que controla la economía quiere liquidar la democracia para continuar obteniendo beneficios obscenos. Para eternizar el capitalismo. Pero una incontenible marea ciudadana ha ocupado ciudades contra el golpe de estado financiero; contra los ataques de las grandes fortunas y las agresiones de la minoría explotadora, culpable de tanta ruina, injusticia, indignidad, desigualdad, sufrimiento y pobreza… Una marea ciudadana contra la democracia de fachada y el autoritarismo encubierto (cada vez menos camuflado). Como millones de voces pregonan, la democracia sin participación ciudadana es una estafa y un escarnio cuando no se respetan los derechos de todos sin excepción.
Arturo González escribe que las masivas mareas ciudadanas del 23 de febrero fueron las mayores concentraciones de revolucionarios de la historia. Revolucionarios porque saben que solo sirve una transformación profunda. Y eso es revolución. Pero acaso sea tiempo de ir más allá que manifestarse. No abandonar la ocupación de calles y plazas, sino avanzar. Desatar la lucha por las ideas y valores de la democracia de verdad. Y que obreros, sanitarios, profesores, estudiantes, funcionarios, empleados, feministas, ecologistas, creyentes que eligen la justicia, asambleas populares… y todos los grupos y gentes que exigen sus derechos en sectores y escenarios diferentes, se unan en una única marea cívica; un solo movimiento ciudadano. Sin jerarquía ni privilegio alguno.
Una tarea ardua pero imprescindible. O no se avanzará
Vía:http://www.attac.es/2013/03/06/contra-un-plan-perverso-una-ciudadania-unida/





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