Verónica Smink BBC Mundo Cono Sur
3 de octubre de 2012
Varios expertos pronostican que en unos 40 o 50 años el mundo agotará sus reservas de petróleo. Para entonces habrá que encontrar fuentes alternativas para el transporte.
Los científicos ya creen haber encontrado la solución: vehículos híbridos o eléctricos que funcionan a base de una batería de litio.
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Las proyecciones más conservadoras estiman que para 2020 habrá en el mundo unos 20 millones de estos autos, aunque otros elevan esa cifra a 200 millones. Esto se suma a las baterías de litio que ya se usan en teléfonos celulares, computadoras y otros dispositivos electrónicos.
En lo que coinciden todos es en que el litio es el gran protagonista de una revolución energética.
En este contexto, muchos miran con atención hacia el Cono Sur, donde se encuentra la mayor reserva de este metal alcalino del mundo.
"ARABIA SAUDITA DEL LITIO"
- Bolivia, Chile y Argentina concentran más de la mitad de las 40 millones de toneladas de litio que, se estima, subyacen en el planeta
- Esto llevó a la revista estadounidense Forbes a denominar a la región como la "Arabia Saudita del litio"
Bolivia, Chile y Argentina concentran más de la mitad de las 40 millones de toneladas de litio que, se estima, subyacen en el planeta, algo que llevó a la revista estadounidense Forbes a denominar a la región como la "Arabia Saudita del litio".
A pesar de que Bolivia tiene el yacimiento más grande, en el salar de Uyuni, el país que más ha explotado el litio es Chile, que tiene la segunda reserva del mundo en el salar de Atacama y es actualmente, junto con Australia, el principal productor internacional.
El potencial económico que tiene el litio ha estado en el centro de una controversia que se generó en el país transandino esta semana, luego de que el gobierno declarara inválido un proceso de licitación que le dio a una empresa privada el derecho de explotar litio en los próximos 20 años.
Muchos se oponen a la decisión del presidente Sebastián Piñera de adjudicar contratos de explotación a empresas privadas, porque consideran que un bien tan estratégico debería permanecer en manos del Estado.
Sin embargo, tanto Chile como sus vecinas Argentina y Bolivia han promovido la llegada de empresas, sobre todo extranjeras, para desarrollar este prometedor recurso.