Hörður Torfason, cantautor, activista y líder de las protestas islandesas
REIKIAVIK (Islandia). | Texto y fotos: Daniel Burgui Iguzkiza
Sábado 24 de enero de 2009, Hörður Torfason irrumpía azorado en el Café París de Reikiavik. Fuera, riadas de gente fluían hacia el centro de la plaza Austurvöllur. Un vistazo rápido al gentío del local para localizar al periodista español y al equipo de tele inglesa con los que se ha comprometido a charlar. Toma asiento, extiende sobre la mesa tres teléfonos móviles y apaga los tres. “Me gusta dedicar a cada tarea toda mi atención y energía. Sin interrupciones”, asegura. Con esta perseverancia Hörður se convirtió en el cabecilla del movimiento que echó a sartenazos al gobierno que llevó Islandia a la bancarrota.
El primer fin de semana de octubre de 2008 se plantó frente al parlamento islandés con una cacerola y cincuenta amigos, los paseantes estaban perplejos. Meses más tarde, aquel sábado 24 de enero, esa plaza reventaba con 7.000 almas al grito de “Vanhaef Ríkisjórn!” (“¡Gobierno incompetente!”). Dos días más tarde, el gobierno dimitía.