Richard J. Roberts, Premio Nobel de Medicina 1993
Comprobaran con esta clarificadora entrevista a una persona poco sospechosa de ser un “ignorante” como el que escribe, como la Mafia Farmacéutica impide que se desarrollen medicamentos que podrían curar enfermedades, con la complacencia de nuestros “democráticos” representantes políticos.
Curar o prevenir, son palabras malditas para la Industria Farmacéutica. ¿De que nos sirve pues esta criminal industria?
¿De que sirve para millones de personas esta falsa democracia que tolera estos crímenes?
PREMIO NOBEL DE MEDICINA 1993 RICHARD J. ROBERTS(Entrevista concedida al periódico la Vanguardia)
LLUÍS AMIGUET – 27/07/2007 “El fármaco que cura del todo no es rentable”
Tengo 63 años: lo peor de hacerte mayor es que das por seguras demasiadas verdades: es cuando necesitas nuevas preguntas.Nací en Derby: mi padre mecánico me regaló un juego de química… Y aún me divierte jugar. Casado, cuatro hijos; uno, tetrapléjico por un accidente, me anima a seguir investigando. Participo en el Campus Excelencia
¿La investigación se puede planificar? – Si yo fuera ministro de Ciencia, buscaría a gente entusiasta con proyectos interesantes; les daría el dinero justo para que no pudieran hacer nada más que investigar y les dejaría trabajar diez años para sorprendernos.-
Parece una buena política. - Se suele creer que, para llegar muy lejos, tienes que apoyar la investigación básica; pero si quieres resultados más inmediatos y rentables, debes apostar por la aplicada…-
¿Y no es así? – A menudo, los descubrimientos más rentables se han hecho a partir de preguntas muy básicas. Así nació la gigantesca y billonaria industria biotech estadounidense para la que trabajo.-
¿Cómo nació? - La biotecnología surgió cuando gente apasionada se empezó a preguntar si podría clonar genes y empezó a estudiarlos y a intentar purificarlos.-
Toda una aventura.- Sí, pero nadie esperaba hacerse rico con esas preguntas. Era difícil obtener fondos para investigar las respuestas hasta que Nixon lanzó la guerra contra el cáncer en 1971. -
¿Fue científicamente productiva?- Permitió, con una enorme cantidad de fondos públicos, mucha investigación, como la mía, que no servía directamente contra el cáncer, pero fue útil para entender los mecanismos que permiten la vida. -
¿Qué descubrió usted?- Phillip Allen Sharp y yo fuimos premiados por el descubrimiento de los intrones en el ADN eucariótico y el mecanismo de gen splicing (empalme de genes). -
¿Para qué sirvió?- Ese descubrimiento permitió entender cómo funciona el ADN y, sin embargo, sólo tiene una relación indirecta con el cáncer. -
¿Qué modelo de investigación le parece más eficaz, el estadounidense o el europeo? – Es obvio que el estadounidense, en el que toma parte activa el capital privado, es mucho más eficiente. Tómese por ejemplo el espectacular avance de la industria informática, donde es el dinero privado el que financia la investigación básica y aplicada, pero respecto a la industria de la salud… Tengo mis reservas. -
Le escucho.- La investigación en la salud humana no puede depender tan sólo de su rentabilidad económica. Lo que es bueno para los dividendos de las empresas no siempre es bueno para las personas. -