1/5/2016
Como candidato de IU-UP quiero subrayar la importancia política de este acuerdo y animar a compañeros y compañeras a que voten favorablemente
Mañana comienza en Izquierda Unida la consulta sobre una hipotética confluencia con Podemos y otras fuerzas que ya participan en una alianza electoral con la fuerza morada. Hasta el miércoles los militantes y simpatizantes podrán votar para manifestar su apoyo (o rechazo) a esta posibilidad, si bien el acuerdo final tendrá que ser ratificado democráticamente cuando se conozcan todos los detalles. Como candidato de IU-UP quiero subrayar la importancia política de este acuerdo y animar a compañeros y compañeras a que voten favorablemente.
Ahora bien, considero imprescindible enmarcar esta decisión en un análisis del presente momento político. Algo que trataré de sintetizar en cinco tesis.
Tesis primera: la crisis de régimen se resolverá con ruptura o reforma
La crisis de régimen que asola nuestro sistema político encuentra su origen en las dificultades de la oligarquía para gestionar la crisis económica y sus efectos. El desprestigio de las instituciones políticas, desde el Congreso hasta los partidos políticos, está vinculado a la pérdida de legitimidad de quienes han gobernado y dirigido nuestro país durante las últimas décadas. Incapaces de convencer, han tenido que recurrir a la coerción y la represión para mantener el orden -la ley mordaza o la reforma del código penal son expresiones características de ello.
Efectivamente, la ciudadanía ya no cree con la misma convicción en las instituciones que hasta ahora han enmarcado la vida social y política de nuestro país. Pero no es una simple cuestión de relato, fe o concepción del mundo. Hay algo más profundo: el agotamiento de las formas con las que la oligarquía de nuestro país se articulaba para garantizar la acumulación de capital, es decir, la buena marcha de la economía. Bajo el modelo de especulación y pelotazo inmobiliario las grandes empresas y grandes fortunas de nuestro país habían casado sus intereses con una élite política corrupta y clientelar, todo lo cual era funcional a un modelo de crecimiento económico que generaba empleo y atraía rentas del extranjero. La profundidad de la crisis económica ha deshecho esa red de intereses, levantando al mismo tiempo una polvareda de casos de corrupción y estafa por todas partes del territorio español.