Un estudio elaborado por Randstad analiza el desajuste cuantitativo y cualitativo que se producirá en España en solo siete años, con un exceso de mano de obra en ciertos sectores y la escasez en otros.
Aunque en estos momentos se esté destruyendo empleo en España, para 2020 se habrán creado cuatro millones de nuevos puestos de trabajo. Así lo asegura el informe “Into the Gap”, elaborado por Randstad, empresa líder en soluciones de recursos humanos. Una gran noticia si no fuera por el desajuste cuantitativo y cualitativo que se producirá, entonces, en el mercado laboral, donde la escasez de talento será un problema. [Ver Cursos de Búsqueda de Empleo]
El estudio asegura que dentro de trece años finalizarán sus estudios y entrarán en el mercado laboral 2,1 millones de nuevos talentos, se recuperarán a 500.000 desempleados con talento y se jubilarán unos 540.000. Por tanto, el informe pronostica una brecha de empleo de 1,9 millones de trabajos altamente cualificados. “Estos permanecerán sin cubrir en España bien por un desajuste cuantitativo (porque en determinados sectores haya menos trabajadores disponibles que puestos de trabajo), o bien por un desajuste cualitativo (porque las habilidades de los trabajadores no se correspondan con las demandas de las empresas)”, explica Randstad.
El desajuste cuantitativo, fruto de los cambios demográficos, se dará en sectores como en la industria manufacturera y en la construcción, con más de 700.000 y 280.000 trabajadores disponibles, mientras que en otros como en el comercio y la reparación (-398.000) o los servicios a las empresas habrá escasez de personal (-210.000). “Con el tiempo, el número de puestos de trabajo se ajustará a la cantidad disponible de trabajadores”, puntualiza el informe.
Peores serán las consecuencias de los desajustes cualitativos, puesto que afectan tanto a empleadores como empleados y sociedad. “En el mercado de trabajo pueden encontrarse a profesionales cuyas habilidades sean superiores o inferiores a su puesto de trabajo, lo que puede provocar efectos negativos a todos los niveles”, asegura Randstad, que ejemplifica esta situación con un sencillo caso: si un trabajador ocupa un puesto para el que no tiene las aptitudes necesarias, estará insatisfecho y será poco productivo, lo que conllevará mayores costes laborales, que pueden dar lugar a precios superiores de los productos y la pérdida de la competitividad.
En el otro lado de la balanza se encuentran los empleados altamente cualificados que trabajan en puestos que requieren una menor formación: todos ellos abandonarán sus actuales labores en cuanto el mercado laboral mejore. “Si no se da esta mejora –alerta el informe- se atascarán en empleos que requieren de un menor nivel educativo y no tendrán la oportunidad de hacer un uso productivo de su formación”.