Jesús Maraña
Unas cuantas horas después de que infoLibre desvelara que un número indeterminado de europarlamentarios mantienen un fondo de pensiones a través de una sociedad de inversión de capital variable (sicav) en Luxemburgo, han empezado a desencadenarse consecuencias políticas, aunque no todas las que este sindiós merece. Por si alguien sucumbe a la tentación de escurrir el bulto, procede anticipar algunas consideraciones a la luz de la información contrastada.
- Será legal que durante más de quince años un montón de eurodiputados (de derechas y de izquierdas, españoles y de otras nacionalidades) hayan acumulado un fondo de pensiones complementario en el que los contribuyentes europeos íbamos poniendo (sin saberlo) dos euros por cada euro que el o la eurodiputada en cuestión decidía aportar. Pero es infumable.
- Será "absolutamente legal", como afirma el Parlamento Europeo en una nota oficial este martes noche, que la fórmula escogida para este fondo complementario y semipúblico sea una sicav, es decir una sociedad con una tributación absolutamente ventajosa para grandes capitales y fuera del alcance de la inmensa mayoría de los ciudadanos/contribuyentes/mortales. Pero es infumable.
- Será legal que esa sicav fuera creada en Luxemburgo con el argumento de que allí está la sede de la Secretaría General del Parlamento Europeo, pero lo cierto es que si una sicav tributa en España al muy cuestionado y minúsculo gravamen del 1%, en Luxemburgo lo hace al 0,01% de sus activos netos. El Gran Ducado de Luxemburgo es el país con mayor renta per cápita del planeta (104.000 dólares) y las enormes ventajas competitivas de su sector financiero lo convierten de facto en un paraíso fiscal. Que un europarlamentario participe en un fondo de pensiones (con la fórmula que le plazca) en Luxemburgo será legal, pero es políticamente infumable.
- Será legal que la Mesa del Parlamento Europeo, presidido entonces por el español Enrique Barón, decidiera en 1990 colaborar con un fondo de pensiones ideado y gestionado de forma privada y opaca por eurodiputados concretos, primero británicos y luego de distintas nacionalidades. Pero es institucionalmente infumable.
- Será legal que el Parlamento Europeo se niegue a facilitar la lista de los y las europarlamentarias que mantienen ese fondo de pensiones que sólo pueden ir rescatando cuando cumplan 63 años. Pero esa falta de transparencia es absolutamente infumable.
- Será legal que un eurodiputado como Miguel Arias Cañete pudiera ser al mismo tiempo administrador de una sicav radicada en Luxemburgo. (En infoLibre ya sorprende muy poco cualquier conexión del exministro y aún posible comisario o hasta vicepresidente de la Comisión Europea con sociedades ubicadas en paraísos fiscales). Pero sigue siendo infumable.
- Será posible (el hombre llegó a la luna) que algunos, varios o muchos de los participantes en ese fondo complementario de pensiones se enteraran hace unas horas por infoLibre de que estaba gestionado a través de una sicav desde Luxemburgo. Pero se trata de servidores públicos que en sus decisiones privadas asumen una responsabilidad y una ejemplaridad. Así que la falta de conocimiento también es infumable.
- Será legal presentarse a unas elecciones con un discurso y un programa político que se compromete a luchar desde el Parlamento Europeo contra los paraísos fiscales. Pero si se descubre que el elegido ha aprovechado fondos públicos para una pensión complementaria gestionada por una sicav en Luxemburgo... tiene que renunciar al acta de europarlamentario ipso facto, porque seguir en el puesto es infumable.
- Será legal, como sostiene el Parlamento Europeo, que sus titulares no puedan hacer nada con ese fondo hasta que cumplan los 63 años (por cierto una edad de jubilación temprana para lo que el discurso único sobre el futuro de las pensiones acostumbra). Pero los eurodiputados podrían, con el mismo "carácter voluntario" con el que abrieron ese fondo, devolver hasta el último euro aportado por los contribuyentes. No compensar las ventajas fiscales que disfrutan respecto de sus electores sería infumable.
Asuntos tan vergonzantes como este son los que abonan el descrédito de la política, y además reflejan uno de los mayores peligros para el futuro de las fuerzas progresistas si no reaccionan rápida y honestamente.Arias Cañete no se va a sonrojar porque conozcamos una más de sus hazañas. Tampoco Cristóbal Montoro, que ha admitido participar en el fondo y asegura haberlo declarado al fisco. Por algo desde el PP sostienen que todos los participantes en la sicav sabían perfectamente lo que hacían. Utilizar una sicav daña más a la izquierda. Quienes se dedican a crear impuestos sobre las indemnizaciones de los parados no van a mostrar escrúpulos a la hora de apañar su propia jubilación.
P.D. Willy Meyer, en un gesto de coherencia política, ha presentado su dimisión este miércoles a mediodía y ha renunciado al escaño en el Parlamento Europeo, donde le sucederá Javier Couso en las listas de IU. Arias Cañete (PP), Elena Valenciano (PSOE), Rosa Díez (UPyD) o Cristóbal Montoro no tienen la menor intención de imitar a Meyer.
Vía: http://www.infolibre.es/noticias/opinion/2014/06/25/tan_legal_como_infumable_18740_1023.html
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