Jesús Maraña
Indeciso, inseguro, cargado de dudas, cabreado por muchos motivos, mosqueado por la sensación de que nuevos y viejos políticos siguen despreciando a menudo (unos más que otros) la inteligencia del elector. Pero yo voto.Preocupado por unos vaticinios que contemplan la probabilidad de que “lo viejo” continúe en el poder apoyado en la muleta de lo “seminuevo”, mientras lo verdaderamente nuevo y lo renovado difuminan sus fuerzas a garrotazos. Pero yo voto.
Consciente de que el primer problema es el de nuestras propias expectativas sobre la política, porque actuamos como si esas ciudadanas y ciudadanos a los que elegimos de entre nosotros para que nos representen pudieran reconvertirse en todopoderosos magos que solucionen de un plumazo problemas absolutamente complejos. Pero yo voto.
Convencido de que este 20-D no se acaba un mundo ni empieza otro, sino que se trata de un peldaño más en la construcción de una democracia (ojalá) mejor, un paso que se añade a los que se han dado desde las calles, las plazas, las redes sociales, los movimientos cívicos y desde dentro de los propios partidos políticos. Pasos insuficientes. Pero yo voto.
















![42013-600-400[1]](https://ataquealpoder.files.wordpress.com/2015/07/42013-600-4001.jpg?w=300&h=200)






