4/6/2015
Vicenç Navarro
Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas en la Universidad Pompeu Fabra, y ex Catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Barcelona
Existe hoy un debate en el mundo anglosajón que tiene una gran relevancia para España y que, sin embargo, no ha aparecido en sus medios de mayor difusión. Se centra en si las políticas públicas de austeridad (que consisten en recortes del gasto público y en la disminución de los salarios) han sido eficaces o no para recuperar la economía, ayudándola a salir de la Gran Recesión. A un lado de este debate está Niall Ferguson, que desde las páginas del Financial Times ha indicado que sí que han sido eficaces, mostrando el crecimiento económico de su país, el Reino Unido, del 2,6% del PIB en el año 2014, como prueba de ello (ver “The UK Labour party should blame Keynes for their election defeat”, Financial Times, 10.05.15). Según este autor, tales medidas de austeridad impuestas por el gobierno conservador del Sr. Cameron han causado esta recuperación, recobrando el crecimiento económico. Es interesante señalar que el Presidente Rajoy también ha acentuado que la “recuperación económica”, con una tasa de crecimiento del PIB español del 1,4% en el año pasado, muestra que sus políticas de austeridad han sido necesarias y eficaces para que la economía española saliera de la Gran Recesión.
En el otro lado del debate existen varios autores, de los cuales el más conocido es Robert Skidelsky, que postula que lejos de ser eficaces, tales políticas han retrasado enormemente la recuperación económica, causando un gran sufrimiento entre la población que no ha servido para nada (ver “Niall Ferguson’s Wishful Thinking”, Social Europe Journal, 28.05.15). Lo que este autor indica es que para medir la eficacia de estas políticas no basta con mostrar que existe ahora crecimiento económico, sino que también hay que tener en cuenta el tiempo que se ha tardado para que la economía crezca de nuevo. Según Skidelsky, las políticas de austeridad, lejos de ser eficaces para recuperar el crecimiento, lo que han hecho ha sido retrasarlo. Muestra cómo en todos los años en que la austeridad ha sido el eje central de las políticas públicas ha habido un estancamiento del crecimiento económico, y cómo solo cuando tales políticas se han relajado la economía ha crecido de nuevo. En realidad, tales políticas han dejado en tan mal estado a la economía británica que no se recuperará, alcanzando los niveles anteriores al inicio de la crisis (2008), hasta dentro de nueve o diez años a partir de ahora. Definir estas políticas como exitosas es, según tal autor, absurdo. Lejos de ser eficaces, han causado un daño enorme, no solo en sufrimiento humano, sino también en términos económicos. Lo mismo podría decirse en el caso español, en el que, como resultado de tales políticas, ha habido un enorme retraso en la recuperación económica, prediciéndose que hasta dentro de diez o incluso quince años no se recuperarán los indicadores previos a la crisis.