A mí que no me pongan esto más veces como excusa porque es mentira, al menos por una inmensa mayoría de la población.
Los que sí han vivido por encima de sus posibilidades han sido todos los que estamos conociendo a diario en la prensa. Esos si han vivido por encima de sus posibilidades, ¿o no le parece a la Sra Ministra vivir por encima de sus posibilidades los casos de: Urdangarin, o Dívar, o Jaume Matas, o el caso Gürtel, o el ex director de trabajo de la Junta de Andalucía, o la misma comunidad de Madrid, o la de Valencia, por citar alguno-as, porque hay más y usted lo sabe.
Esto es un no parar de gente que si han vivido por encima de sus posibilidades, y de no ser, porque las cosas se descubren y ya no pueden seguir con el timo, su avaricia es tal, que si pudieran lo seguirían haciendo. Pero que no me digan que ha vivido por encima de sus posibilidades una persona trabajadora que ha intentado comprarse un piso o un coche porque ya no me lo trago.
Vamos a ver: cuando los bancos daban dinero porque había trabajo y podían hacer préstamos, nadie se acordaba ni pensaba en lo que había que pagar después y hasta cierto punto es lógico, podía hacerlo porque tenía trabajo y confiaba en él, es a lo mínimo que puede aspirar un trabajador, y, quien se metió en un préstamo bajo su responsabilidad, allá él con su deuda que nadie le obligo, pero no generalicemos porque una inmensa mayoría de la gente, ni vivía por encima de sus posibilidades ni podía. Hay muchísima gente que no se puede permitir lujos, ni ahora, ni antes de la crisis. Así que, lo de vivir por encima de las posibilidades, quizás hayan sido nuestros propios dirigentes los primeros, qué, teniendo el mando del país, no han sabido administrar los recursos que teníamos, y lo que sí han hecho, han sido obras faraónicas, algunas, por no decir la mayoría, sin sentido y que todos conocemos como: tramos de autovía que nadie transita, aeropuertos sin aviones, Aves deficitarios con bien pocos pasajeros y que obliga a restringir su funcionamiento, y así, bastantes cosas más que ahora es cuando nos damos cuenta que no valían para nada, excepto, para aparentar que éramos ricos.
Basta ya de echar la culpa a todos en general y separemos el trigo de la paja.